
Noticias Argentinas difundió que el ministro de Economía, Luis Caputo, rechazó este martes las críticas por el momento en que se decidió la ampliación de las bandas cambiarias y afirmó que la medida se tomó ahora porque antes hubiera sido forzada, en un contexto de fuerte incertidumbre política.
Caputo sostuvo que la decisión pudo adoptarse recién ahora porque previamente la economía atravesaba un colapso en la demanda de dinero que, en la Argentina, suele derivar en una mayor dolarización. En ese marco, explicó que no se avanzó antes para evitar errores de timing.
El ministro señaló que, en el esquema previo, por cada dólar que el país compraba solo podía acumular una parte, ya que el resto se destinaba al pago de deuda. Indicó que el problema no era la compra de divisas sino la imposibilidad de acumular reservas.
En ese sentido, subrayó que, una vez superada la presión generada por la incertidumbre electoral, ahora es posible ajustar las bandas cambiarias y avanzar en la acumulación de reservas.
Caputo afirmó que, tras las elecciones, el riesgo país descendió y que desde enero el Tesoro logró refinanciamiento, por lo que será el Banco Central el que compre divisas y acumule reservas.
El titular del Palacio de Hacienda sostuvo que mientras el Banco Central mantenga una política monetaria contractiva, el proceso de desinflación continuará y la inflación tenderá a converger hacia niveles internacionales. En ese marco, consideró que una eventual aceleración del crawling peg será transitoria.
Con este esquema, Caputo afirmó que la inflación debería seguir bajando y remarcó que el programa económico demostró ser robusto, incluso frente a un escenario de dolarización sin precedentes y caída en la demanda de dinero.
Consultado sobre el Presupuesto, el ministro aseguró que el debate está bien encaminado en el Congreso y que no prevé inconvenientes para su aprobación, al tiempo que destacó la predisposición de los gobernadores y afirmó que los ve comprometidos con la recuperación del país.
Caputo se mostró optimista respecto del futuro económico y afirmó que 2026 será un año muy positivo, con condiciones alineadas para una fuerte reactivación. En ese sentido, estimó que la economía podría crecer entre 4% y 8%.
El ministro explicó que el objetivo es recaudar más a partir del crecimiento económico para poder reducir impuestos y ampliar la base tributaria, lo que permitiría avanzar hacia un círculo virtuoso de crecimiento e inversión.
También rechazó las críticas por las distintas velocidades de la recuperación económica y sostuvo que la macroeconomía es la suma de la micro, por lo que el crecimiento general indica una mejora del país en su conjunto.
Caputo señaló que algunas industrias se beneficiaban de negocios de coyuntura vinculados al esquema económico anterior y ejemplificó con empresas que accedían a dólares oficiales baratos y luego vendían productos a valores mucho más altos debido a la dolarización.
En relación con los reclamos del sector industrial por la apertura económica, aseguró que el Gobierno está nivelando las condiciones de competencia más rápido que nunca y precisó que el costo fiscal de la reforma laboral asciende a 1,8 puntos del Producto Bruto Interno.
El ministro descartó una mejora inmediata para los jubilados y afirmó que primero es necesario resolver la situación laboral y tributaria para contar con los recursos necesarios.
Finalmente, se refirió a la salida de Juan Pazo de ARCA y explicó que era una decisión conversada desde hace tiempo, destacando su aporte al equipo económico.
Además, confirmó que el presidente electo de Chile, José Katz, le ofreció al viceministro José Luis Daza el cargo de ministro de Economía, aunque expresó su deseo de que continúe en el equipo argentino.